Dragonfly

Hablando de amores que se conciben a lo lejos y de todo lo que puedes llegar a sentir por una persona que está a kilómetros de distancia y a la que casi ni conoces, pero que sientes que es tu complemento, me inspiré y escribí lo siguiente:

Es una noche callada, la luna se asoma por la ventana, pequeñas gotas de lluvia se estrellan tímidamente contra el césped, refrescando todo a su paso.

Una docena de tulipanes amarillos iluminan mi habitación, siento como si me sonrieran mientras escribo, son tantas las ideas en mi mente, pienso tanto en ti, sueño tanto con tenerte junto a mi que aún no sé como sobreviviré tantos días sin mirarte a los ojos, sin tu sonrisa y el perfume que dejas en mi cuando me haces el amor.

La música de fondo me hace recordar que llegaste a mi vida sin avisar , entraste como un torbellino, que pasó tan rápido como el día en que te conocí.

Un vuelo hacia alguna ciudad diferente cada día dejan en mi corazón la sensación de que nunca serás mío.

Una botella de licor a medio terminar parece recalcar que tu y yo somos una historia si acabar.

Tu retrato en mi mesita de noche me recuerda que eres algo real, la luz de una vela ilumina tu rostro como si fueras una alucinación, pero mi cuerpo te sintió tan cerca que debes ser real, tu sudor recorriendo mi cuerpo, tus besos repletos de pasión, tu corazón palpitando contra mi pecho... nunca me he sentido tan viva.

Pero la papelera llena de cartas rotas diciéndome que te marchas y ya no regresas, que tienes nuevos proyectos por iniciar mientras tanto yo escucho como por última vez cierras la puerta y quiero correr hacia ti y tomarte del rostro para no olvidarlo nunca más.

Que hago yo, llena de ilusiones, con el corazón roto y las lágrimas en los ojos, con los recuerdos que rondan por toda la casa.

Ahora soy como hoja que se lleva el viento, como agua que choca contra la roca, como canción sin terminar.

Ya no sé cuanto te necesito, dejé de contar el día que no me volviste a llamar, ignoras mis mensajes y no contestas mis llamadas, todas mis castas me fueron regresadas.

Muero por una señal de tu cálida voz, por volver a sentir tu respiración, por un dulce besos de tus labios, por volver a encender la luz de mi candil.

Muero, muero...

Septiembre 9, 2006

Autor Dragonfly