Dragonfly

Al principio no era más que una amistad, que fue creciendo un poco con el tiempo.
De un pronto se convirtieron en más que amigos, fueron hombre y mujer, con cuerpos deseoso y necesitados por experimentar la intensidad de quererse entregar.
El juego de la seducción había iniciado.
Los besos repletos de ambición, la pérdida de la cordura por encontrarse a cada momento, el deseo cada vez mayor por tocarse, por sentirse, por experimentar cosas más allá de las permitidas frente a los demás; las llamadas nocturnas que parecían infinitas mientras cada uno encontraba la culminación de su propio placer.

Amor fugado, me tomas,
me dejas, me exprimes y
me tiras a un lado.

Y conocimos nuestros cuerpos.
Nos unimos como si fuéramos uno solo, tu cuerpo y mi cuerpo no se separaron ni por un solo momento.
Tu piel no dejó de sudar pegadita a la mía, pude sentir como resbalaba tu sudor por mi cuerpo, como tu piel eriza hacía cosquillas sobre la mía.
Nos volvimos locos, locos de placer. La sed de mi labios, solo podía ser calmada por el ímpetu de tu ser.

Amor mutante, amigos con derecho
Y sin derecho de tenerse siempre
Y siempre tengo que esperar paciente
El pedazo que me toca de ti.

Y todo terminó, cuando me percaté que te tenía que compartir.
El fuego, de a poco se iba extinguiendo.
Ya no buscábamos miradas comprometedoras, la cercanía de los cuerpos fue siendo cada vez un poco más grande, hasta que llegó a ser inmensa.
Las llamadas cesaron, los deseos poco a poco se apagaron.
Y sin más que decir, nuestros cuerpos por completo se separaron.

Otra vez mi boca insensata
Vuelve a caer en tu piel de miel.

Y así como donde hubo fuego cenizas quedan.
Volvimos a coincidir, mismo lugar, mismo deseos, misma pasión que parecía nunca se iba a acabar.
Nuevamente tu lengua volvió a recorrer mi cuerpo, el deseo imperó de nuevo.
La cordura quedó relegada, fuera de la puerta.
Nuestra imaginación y las ganas de complacernos superaron todo lo vivido en el pasado, los besos más salvajes e intensos dejaba tatuadas huellas imborrables.

Labios compartidos
Labios divididos

Se que no son míos, que no me pertenecen y nunca lo hicieron, pero si tan solo con cerrar los ojos puedo revivir todos esos momentos, hoy puedes marcharte definitivamente de mi vida, todo lo bueno soy yo quien se lo ha quedado.

Pd. Los estibilos son de la canción Labios Compartidos del Grupo Maná