Dragonfly

Deseándote y extrañándote a kilómetros de distancia....

Donde estás, si mi cuerpo se estremece con solo recordarte.

Donde estás, para cobijarme del frío con tu pasión y tus delirios.

Donde estás, para sanar las heridas que han dejado los meses de tenerte lejos.

Donde estás, para susurrar palabras y tararear lindas canciones a mi oído.

Donde estás, cuando me meto en la ducha y no tengo quien me enjabone de pasión y me enjuague de lujuria.

Donde estás, cuando necesito secar este manantial de deseo que me recorre de pies a cabeza.

Donde estás, cuando sirvo la cena en el plato de mi vientre.

Donde estás, cuando hace tarde lluviosa ya nadie me acompaña a mirar por la ventana.

Donde estás, cuando quedo dormida en el sofá y no hay quien me despierte con una taza de te caliente y una sonrisa a media tarde.

Donde estás, para dejar el aroma de tu piel impregnado en cada rincón de mi casa.

Donde estás, para levantarnos tarde por la mañana y correr como un par de loquitos para tratar de llegar siempre a tiempo.

Donde estás, para irnos de fiesta, dejarnos seducir por la noche y amanecer en un motel de paso.

Donde estás, para tomar un poco de aceite y recorrerme con un masaje por completa.

Donde estas, cuando quiero ver amaneceres en playas llenas de caracoles y destellante arena blanca.

Donde estás, para arroparme entre tus brazos mientras trato de conciliar el sueño.

Donde estás, para lucir la nueva sexy ropa interior con la que sabes que me gusta encenderte.

Donde estás, a tantos kilómetros de distancia mientras yo me desgrano deseándote y extrañándote.