Huelga!!!

Hoy, el país esta en paro, por parte de varias entidades del sector público, se manifiestan contra el TLC y como este influirá directamente sobre la institución en la que trabajo, el ICE.

Yo por otra parte, estoy en casa. Tomé de vacaciones el día de hoy y el de mañana.

Porqué no estoy junto a los demás tratando de defender mi institución? Porqué no me solidarizo con los otros que tratan de luchar por conservar el monopolio de las telecomunicaciones en el Estado? Porqué no estoy con los que pelean por continuar con las tarifas más bajas para toda América Latina?

Simplemente, porque perdí la fe, porque dejé de creer en la institución que me ha dado mucho y por la que sin duda alguna he dado mucho también por la que me ha recibido doce años a puertas abiertas, por la que me ha dado un sueldo digno y suficiente como para complacer mis gustos y los de mi familia.

Perdí la fe, el día en que mi jefatura superior me dijo “digamos que se nos perdió la factura (que es solo mi responsabilidad), para que tengan que hacer otra y tengamos por allí unos días más para tramitarla”.

Porque dejé de creer el día en que me impusieron mi jefatura (aún cuando yo tenía los derechos sobre ella), solo porque se le estaba retirando como jefatura de otra sección en la que no dio la talla y para que no se sintiera mal dejando de ser jefe, se le asignó esta. Y no es que tenga envidia de no poder estar en su posición (menos con el grupo de arpías que le fueron asignadas), y no es porque en tres años no me han hecho un ascenso solo por no tener personal a cargo, pero si, por que cada vez que el hace una pregunta estúpida de la que se la respuesta, porque cada vez que se pela el ( * ) frente a los demás con su muy notoria falta de capacidad en este puesto, me entra la cólera de saber que tal vez yo lo podría estar haciendo mejor. No porque mi jefe me haya ofrecido el puesto y después no pudo ni mantener la palabra para asignármelo. Sino, porque definitivamente había más gente capacitada para el puesto, sin incluirme a mi.

Porque sentí profundo dolor el día que otra jefatura le dijo a su subalterno “prepara las especificaciones técnicas de la herramienta y recuerda anotar dos viajes a Londres uno para Exxx y otro para mí, tenemos que cumplir con las metas de este año” (el año anterior había sido sacar un viaje a Alemania, del que no se recibió ni la más mínima retroalimentación).

Porque me cansé de la mala imagen que damos cuando se arresta frente al ojo y paciencia de nuestros clientes a un par de pillos que hacían su agosto rebajando deudas a unos activando teléfonos robados y permitiendo que muchos realmente crean que la mejor manera es vender al ICE, por institución corrupta.

Porque me cansé de ser la caja chica del estado, porque el sector para el que trabajo retribuye el 50% de las ganancias de toda la institución y sin embargo, tengo compañeros contratados de forma temporal porque debemos cumplir con una imposición del Banco Mundial porque de lo contrario nos niegan los préstamos para la construcción de nuevas plantas de generación eléctrica.

Finalmente, porque me cansé de saber que en mi oficina, una de tan solo 28 personas, por lo menos sobran seis de ellas, esas que nunca hacen nada más que propagar el chisme, que llegan diariamente a robarse el sueldo, a navegar en Internet y a tratar de quitarse de encima las responsabilidades diciendo que ese trabajo a ellos no les corresponde, porque en una oficina técnica asignan tres plazas fijas a tres personas administrativas solo por el hecho de haberle lavado la coca al jefe.

Por eso, no voy a manifestarme, por eso no voy a la huelga, porque dejé de creer en que era por lo que luchaba.