miércoles, octubre 11

Mis estrellas en la frente...

A veces no logro comprender como algunas personas no se sensibilizan, no se humanizan y porque no, no sienten “lástima” cuando ven a niños en la calle, cuando vena a niños hambrientos que piden una limosna para satisfacer sus estómagos, cuando vena a niños que son obligados por padres irresponsables a trabajar para mantener a su familia.

Hoy les cuento el porque, a mi, si me duelen el corazón y el alma al pensar y ver niños así. No espero que los demás sientan como yo, es simplemente que ni soy como los demás, y que tengo razones para sentirme así. La historia de hoy es de tres estrellitas en la frente.

José Antonio, llegó a mi casa en mayo del 2003, a la edad de seis meses; él, el menor de mis sobrinos, de madre Nicaragüense, es la viva imagen, pero en pequeñito de mi papá. Su historia, no tiene demasiado que contar; su madre, al parecer una chica muy joven, tuvo un embarazo al parecer normal, pero Toñito, decidió venir al mundo a los seis meses de gestación, por lo que tuvo que permanecer en el hospital en la incubadora durante algunos días. Los primeros días su madre lo visitaba, después no volvió más.

Toñito fue puesto entonces en una casa de cuidado y tan solo unos días después fue puesto en brazos de mi hermana la mayor, para su cuidado permanente. El es mi primer estrellita en la frente.

Gabriela, por otra parte nació en septiembre del 2000, vino al mundo con todas las de ley. Ella es hija de mi hermano, el segundo de nosotros cuatro. Nació con todas las de ley, porque nació en hospital privado, sin carencia de nada. Con dos padres orgullosos, cinco tíos que no creían en nadie y cuatro abuelos vueltos locos.

Sin ninguna duda, una niña 100% juguetona, llena de energía, extrovertida, sincera y sin ninguna carestía ni económica ni sentimental desde que abrió sus ojitos. Ella es mi segunda estrellita en la frente.

David, por otro lado, llegó a mi casa en agosto de 1999. Lamentablemente su historia, no comenzó tan feliz. David con solo meses de edad, fue víctima de la irresponsabilidad de su madre, una drogadicta muy conocida en las calles de San José, mi Davitcito fue un niño de la calle, fue obligado a vagar por las calles con su madre, a dormir en cualquier rincón, sobre una caja de cartón y a ser cobijado con lo primero que apareciera. El, el menor de tres hermanos, tuvo que pagar los efectos de las drogas y el alcohol.

Tuvo la “suerte” de ser dejado por su madre en la casa de una señora conocida que al ver que ella no volvió más a preguntar por él, lo entregó a las autoridades y fue puesto en una casa de adopción y nuevamente en los brazos de mi hermana. Ahora con siete años, casi de mi tamaño, una meta no muy difícil de superar, es el mayor de los nietos y sobrinos de mi casa. El es mi tercer estrellita en la frente.

Cuando se ha vivido tan de cerca una situación, con tres historias tan distintas; es cuando el corazón se sensibiliza al entorno de muchos de nuestros niños que deambulan por las calles, víctimas indudablemente de la IRRESPONSABILIDAD de las personas que los engendraron y los trajeron al mundo.

Estas tres estrellitas en la frente, son la muestra más pura de amor, son quienes siempre arrancan sonrisas de mi rostro y me hacen sentir que vale la pena levantarse cada día y desear un mundo mejor del cual ellos puedan disfrutar.

En manos de ellos es donde está mi verdadero, más puro y único amor.

Estos son mis Tres Chiflados!!!


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Preciosos, y con mucha suerte de encontrar personas con un gran corazón para sanar sus heridas y hacer de su vida una bendición. Muchas felicidades porque tienen una familia que aunque no sea biológica, ha sido hecha a base de amor, que es lo más importante.

Aurora

Nahira dijo...

A mi no hay nada que me de más tristeza que ver niños en la calle sin futuro, sin una infancia adecuada, con tanta falta de amor y cuidado y realmente es una suerte que esos hermosísimos niños hayan encontrado un lugar, un hogar, una linda familia que les brinde todo el amor, cuidado y todo lo que un niño necesita para ser feliz y poder desarrollarse como persona en este mundo.

En verdad son preciosos tus sobrinos!!

Besos para vos y para tus tres chiflados!!

Dragonfly dijo...

Aurora: Garcias amiga, beso grande!!!

Nahira: gracias a ti también y muchos besos, para ti y para tus ángeles.

Byron Ronquillo Narváez dijo...

miercoles¡ este pot no me lo mostro mi blog lines :( y está tan bonito, en cuento pueda te envio las fotos de mis primos chicos¡ son unos preciosos, nada mejor que jugar con los enanos en su mundo de alegría e inocencia :)

Beso

Dragonfly dijo...

Ay siiii!!! envíame fotos, yo después ten envío otras de mis tres chiflados...

A mi me encanta ponerme a ver TV con ellos, sobre todo con los varoncitos, a la nena no le gusta mucho ver TV, pero con ellos me meto bajo las cobijas a ver películas.

Beso, beso, beso...

AlegriadeQuerer dijo...

me dejaste con el amor a flor de piel... al leer los tres chiflados que lindo es cuando se vive en la mayor
Alegriadequerer

BETTINA dijo...

Conmovedor, real. un post desde lo más profundo del alma...

Dragonfly dijo...

Alegria: la verdad es que ellos, como dije son los que tienen en sus manos todo mi más puro amor.

Beso!!!

Betina: si, lloré mientras los escribía en mi cuaderno y mucho más cuando lo transcribí.

Beso!!!