Dragonfly

Tratando de entrar en calor, una noche de invierno, me dirigí a la habitación... ya sabía que debía compartirla, ya sabía que esa noche no sería solo yo. Me dispuse a tratar de bloquear todo pensamiento que circulaba por la masa gris y me puse el pijama, era poco, lo sé, nunca pude acostumbrarme a dormir con mucha ropa, una camiseta de tirantes y el bloomer siempre han sido suficientes, más, ni modo hoy tendría que vestir un poco más una pantalonetita corta y eso por aquello de la decencia... llegó la hora ellos ya estaban en la habitación, así es que traté de hacer la menor cantidad posible de ruido, entré al cuarto de baño, me lavé los dientes, me cepillé el cabello, y sonreí una y mil veces frente al espejo.

Salí a la habitación y antes de apagar la luz eché un pequeño vistazo, allí estaban los dos, guapos, buenos cuerpos, simpáticos (eso lo sé aunque ahora duermen) como ángeles dormidos sin preocupaciones, semi arropados por las sábanas, en boxers y nada más.... mi instinto fue el de sonreír con malicia, morderme el labio inferior y dejar volar la imaginación... Los dos en mi misma habitación... tres cuerpos semi desnudos en el filo de una madrugada invernal, uf!!!! demasiado pedir... apagué la luz y me contuve las ganas de hacer cosas perversas toda la noche.

A la mañana siguiente, al salir el sol, la escena fue mil veces mejor, al encontrarme con sus sonrisas y cabellos despeinados, podía sentir el calor de sus cuerpos tan solo al verlos pasar, ambos dijeron buenos días!!! y yo pensé, son más que buenos.