Dragonfly

Me gané el cariño de alguien y eso me hizo feliz :)

Como todos, muchos o algunos de ustedes saben, en diciembre pasado hice un viaje a México. Este viaje, a parte de todo lo lindo que conocí y las amigas blogger que pude contactar y conocí, pues significó mucho más en mi vida.

En este viaje crecí mucho, aprendí a valorar muchas cosas (sobre todo a mi familia) y aprendí a conocerme y a saber hasta donde sería capaz de llegar.

Durante todo este viaje conocí a dos familias hermosas que me abrieron las puertas de sus casas y compartieron conmigo de su hospitalidad, de sus costumbres y de su comida (mmm, que rico).

A la familia de mi querida amiga Yola le estoy super agradecida, por compartir conmigo el 31 de diciembre y primero de enero. Gracias de todo corazón (ya platicaré un poco más de ello).

A la familia de mi querido amigo Dave, le debo las "gracias totales" por hacerme campo también en su mesa, por recibirme con las puertas abiertas, por platicar conmigo por largas y largas horas y sobre todo, por hacerme un espacio en sus vidas de 24 de diciembre, por compartir cus costumbres inglesas y mexicanas.

Ahora bien, mi post al inicio dice "Me gané el cariño de alguien y eso me hizo feliz" y bueno, resulta que con mi amigo Dave tengo contacto prácticamente todos los días, aparte de nuestra amistad y el cariño que nos tenemos (digo que nos tenemos, porque creo que en el fondo también el me quiere), nos une también el trabajo y... esa es una historia muy larga que luego les contaré.

Volviendo a lo que les platicaba, de ganarse el cariño, pues me gané el cariño de su familia en mis largos 22 días por allá, y hace algunos días en esos en los que pareciera que nada sale bien, que el sol se oculta y que el jefe no deja de atormentar, recibí ese rayo de sol, ese escape que a la de menos todos necesitamos.

Recibí un mail de la mami de Dave, entre otras cosas, platicabamos de trabajo, pero lo que más me llamó la atención es que después de muchos mails cruzados entre ella y yo, este, comenzaba diferente, este decía "Mi querida Kattia", se los juro que eso me derritió, eso me llenó de nuevo el corazón de alegría, los ojos de lágrimas y de nuevo el sol volvió a brillar, eso me hizo sentir ser apreciada a 5.000 km de distancia por unas personas que abrieron su casa para mi, me dieron su confianza, su cariño.

Al parecer, algunas veces un par de simples palabras significan más de lo que uno espera. No hay precio cuando uno se siente querido, apreciado y parte de otro mundo de personas, lejos, muy lejos y que piensan en ti.

Me gané el cariño de alguien y eso me hizo feliz.