Dragonfly

Tras el cristal empañado de ilusiones, dejé atrás aquellos rostros conocidos, de quienes me recibieron como en mi propio hogar.

Atrás quedaron hermosos recuerdos, muchas pláticas, miles de sonrisas y carcajadas.

Tras esa última vista de la hermosa Ciudad de México, de aquella gran cantidad de pequeñas lucecitas, cual pequeña villa, después de tantas lágrimas que me nublaron el panorama; quedan allí mi corazón y un inmenso cariño, ahora imposibles de ocultar.

Han pasado ya al menos 30 minutos de vuelo, voy de regreso a mis raíces, a mi familia, a mi vida habitual, pero... la tristeza es mucha, es evidente, no puedo detener el llanto, en este preciso momento es él quien me controla, parece que regreso a casa sin un trozo de mí, me siento de repente sola, incompleta, abandonada, perdida....

Vamos! sola me hago ánimos para procurar sonreír. Tan solo han transcurrido una horas desde el último vistazo que le di a tu sonrisa, desde ese último abrazo del que no me quería soltar. Tan solo unas horas y aún cierro los ojos y siento el olor de tu piel y escucho tu voz repitiéndome "Que tengas buen viaje, nos vemos pronto".

Pensé que ya no se podía extrañar más, creí que a los pocos días me iba a recuperar; pero heme aquí, a cinco meses de ese día... aún se me llenan los ojos de lágrimas al recordar la despedida... aún te extraño como el primer día.