Dragonfly

Le tome prestada esta frase a mi querida amiga Blanche, me gusto y me gusto porque después del día que la leí, me encontré un día suspirando y pidiéndo un deseo, tras escuchar el tren matutino, que pasa a un lado de la oficina a eso de las 6:40 de la mañana.

Sinceramente, creo que asocio muchas cosas a los deseos de mi corazón, a veces mirar la estatuilla del angelito que tengo junto al monitor de mi computadora, otras veces comer un plantillo de comida muy picante, un ramo de flores que adorna mi recámara.

Lo que sé, y sé muy bien es que a veces los sueños, los deseos profundos del corazón parecen difíciles de cumplir, a veces nos parecen hasta imposibles... pero, lo que sé mejor aún, porque es el corazón el que me lo dice, es que nunca, por nada y por nadie, ay que rendirse sin interntar alcanzar los sueños.