
Si el recuerdo tuviera un nombre propio, de seguro llevaría el tuyo, y estaría adherido con tachuelas a mi corazón de corcho; justo en el centro y visible para todos.
Estaría escrito en color azul fuerte, seguido de un garabato de carita feliz, que me recuerde siempre tu hermosa sonrisa.
Quizá bastaba solo respirar, para sentirte aquí conmigo, las fotografías muestran momentos de felicidad, pero no susurran al oído como lo haces tu.
Comencé a extrañarte, en el instante en que nos abrazamos y nos dijimos hasta pronto.
Quiero acurrucarme entre tus brazos, para hacer lo que tanto me gusta, escuchar el latido de tu corazón, ese sonido envolvente, casi hipnótico y opiáceo, como dicen de Murakami.
Quiero dejar de escribir Ferpecto! a tantos kilómetros; porque mi mundo no es los mismo si no estás junto a mi.
Ahhh, cómo te extraño!
2 comentarios:
:) que lindo post, perdon por la ausencia pero siempre es un gusto visitarte
ay amiga se me apretuja el corazón al leer tu post.
Publicar un comentario